El Primer Ministro, James Marape, dijo que la noticia era "uno de los días más tristes de su vida" y prometió buscar a los perpetradores de la masacre.
Según versiones de prensa dadas a conocer este miércoles, las tribus de las tierras altas del país han luchado entre sí durante siglos, pero la llegada de armas intensificó el ciclo de violencia entre diferentes poblados, destaca el diario local Post Courier.
En tanto, fueron desplegados al menos 100 policías para reforzar a los 40 oficiales locales.
Las primeras víctimas se registraron el pasado sábado con el asesinato de seis personas que regresaban de una ceremonia tradicional cerca de la localidad de Peta. Al día siguiente, los parientes de los fallecidos buscaron venganza y mataron con armas de fuego a 18 personas, entre ellas dos mujeres embarazadas y niños a las afueras de la población de Karida.
En Papúa Nueva Guinea, que se independizó de Australia en 1975 y donde se hablan unas 800 lenguas, la pertenencia al clan o tribu es arraigada, en especial en las pobres zonas montañosas.