Investigadores estadounidenses concluyeron que en la actualidad algunas de las Islas Marshall tienen mayor radiactividad que Chernóbil, ya que en ellas Estados Unidos probó 67 armas nucleares, causando una contaminación ambiental sin precedentes
Las pruebas en las Marshall, una constelación remota de atolones en el Océano Pacífico, tuvieron lugar entre 1946 y 1958, específicamente en Bikini y Enewetak, que fueron utilizados como punto cero, aunque el impacto de la radiación alcanzó a los de Rongelap y Utirik.
La prueba nuclear más grande que Estados Unidos haya realizado, tuvo lugar en marzo de 1954, causando estragos a la población de las islas, con efectos adversos para su salud a largo plazo.
Investigadores del Centro de Estudios Nucleares, de la Universidad de Columbia, Nueva York, presentaron un informe sobre las mediciones de radiación gamma externa que registraron en nueve islas de los cuatro atolones, afectados por el programa estadunidense de pruebas nucleares.
En un artículo en la revista científica PNAS, presentan una imagen de las condiciones radiológicas, con datos de radiación y concentraciones de actividad de radionúclidos del suelo en las islas Enjebi, Ikuren y Japtan (Enewetak); Bikini y Enyu (Bikini); Naen (Rongelap); y Aon, Elluk y Utirik (Utirik).
Derivado de 12 años de pruebas nucleares, los investigadores encontraron, en las muestras de suelo que tomaron, concentraciones de actividad de americio 241; cesio 137; plutonio 238 y plutonio 239,240.
"Nuestros resultados muestran bajos niveles de radiación gamma externa en algunas islas de los atolones Enewetak, Utirik y Rongelap", señalan los investigadores, quienes realizaron mediciones de radiación gamma para elaborar mapas interpolados.
Además, encontraron que los radionúclidos están presentes en las concentraciones de actividad más altas en las islas Enjebi, Bikini y Naen.
Los científicos contextualizaron todos los resultados al hacer comparaciones entre islas y diversos estándares, así como a regiones del mundo afectadas por accidentes nucleares.
Los resultados fueron alarmantes, pues revelaron niveles mayores de contaminación que Chérnobil y Fukushima, enfatizaron los investigadores en su reporte.