Las selecciones de futbol de México y Estados Unidos vivirán una “batalla” sin cuartel cuando se vean las caras en el juego que definirá al campeón de la Copa Oro 2019.
Muchas dudas son las que ha sembrado este equipo mexicano conforme trascurrió la competencia, tras solventar de manera aceptable, pero a la baja, la fase de grupos; sufrió en cuartos de final y semifinales.
No es nuevo que el Tri tenga problemas en este tipo de competencia, ya que parece una constante que se pone al nivel de sus rivales, es decir, así como puede ser competitivo con Alemania o Brasil, se le puede complicar un equipo como Martinica o Haití.
Ahora la siguiente meta de este equipo es la de recuperar el título que no gana desde 2015, pero para ello necesita corregir aspectos en su accionar, que van desde lo defensivo, hasta generar ocasiones al frente.
En su cuadro bajo han tenido serias desatenciones que sólo Costa Rica supo aprovechar, y es un “lujo” que no se pueden permitir ante un rival con una importante capacidad de definición.
El cuadro de las barras y las estrellas ha tenido un camino similar a su rival en turno, pero con la diferencia que ellos han resuelto de manera más convincente sus duelos de “matar o morir”.
Durante muchos años la táctica de los estadunidenses cuando enfrentaba a México era la de esperar y ganar los juegos por la vía del contragolpe, lo cual podría repetir dada la velocidad que tiene en su ataque, en especial, con Christian Pulisic.
Si Estados Unidos gana este partido igualará en títulos de Copa Oro a México, que ostenta siete, por seis de los norteamericanos que además quieren el bicampeonato.
Estos equipos se han visto las caras en cinco partidos por el título, con saldo de cuatro triunfos para México (1993, 1998, 2009 y 2011), por sólo uno de los estadunidenses (2007).
La cancha del estadio Soldier Field será el escenario donde se llevará a cabo este cotejo cuando las manecillas del reloj dicten las 20:00 horas.