Más de 1.000 personas vestidas de negro llenaron la sala de llegadas del Aeropuerto Internacional de Hong Kong, donde recibieron a los visitantes extranjeros: ¡No hay disturbios, solo tiranía!", decían.
La protesta se suma a otros ocurridas desde hace más de un mes. Los manifestantes reclaman más reformas democráticas y la retirada de un polémico proyecto para reformar la ley de extradición del territorio semiautónomo chino.
La celebración de elecciones directas, la disolución de la legislatura actual y una investigación sobre la supuesta brutalidad policial, son otras de las demandas
Las protestas han ocasionado enfrentamientos entre los manifestantes y la policía u otros grupos. Ha habido violencia en varias ocasiones.
Se prevé para el sábado una nueva movilización en Yuen Long, el vecindario en el que el pasado domingo, tras una multitudinaria protesta contra el gobierno, una turba de hombres de blanco atacó de forma brutal a varias personas, causando docenas de heridos, en una estación de tren.
La protesta del sábado no ha sido aprobada por las autoridades.