El Congreso mexicano aprobó una reforma a la Ley Federal del Trabajo para incluir el trabajo a distancia.
Esta nueva política llega para complementar la flexibilidad que ya existe en algunas empresas, que permiten que sus colaboradores trabajen desde su casas.
El teletrabajo o "home office" promete elevar la productividad, reducir el nivel de estrés e incluir a más jóvenes en el mundo del empleo, pero también implica retos, sobre todo en materia de ciberseguridad, privacidad y protección de datos confidenciales y menos acceso a la capacitación.