Las relaciones comerciales entre Japón y Corea del Sur se encuentran en su más bajo nivel en las últimas semanas, luego de que un tribunal ordenó el año pasado a las firmas japonesas compensar a las víctimas surcoreanas del trabajo forzado durante la colonización japonesa de la península coreana en 1910-45.
El ministro de Economía y Finanzas de Corea del Sur, Hong Nam-ki, presionó a Japón este miércoles para que retire sus restricciones de exportación sobre materiales industriales clave y mantenga diálogos sobre el tema.
Hong dijo que las restricciones de exportación de Japón podrían socavar los fundamentos de su cooperación económica, destacó la agencia Yonhap.
Corea del Sur es el mayor fabricante de chips de memoria del mundo, al contar con más del 60 por ciento del mercado global en 2018.
Los últimos comentarios tuvieron lugar en medio de una confrontación entre los dos vecinos por las regulaciones endurecidas de Japón sobre las exportaciones a Corea del Sur de materiales de alta tecnología esenciales para la producción de semiconductores y paneles de pantalla.
Japón impuso restricciones a partir del 4 de julio a materiales clave para dichos productos de alta tecnología, lo que pone en peligro la base de la relación amistosa con Corea del Sur, que se ha ido constituyendo desde 1965, cuando se establecieron las relaciones diplomáticas bilaterales.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, tiene previsto reunirse este jueves con los líderes tanto de su partido como con los de cuatro de la oposición, con el objetivo de ganarse el apoyo parlamentario a su plan de proveer de fondos para fabricar en Corea del Sur los materiales que se estaban importando de Japón.
La medida japonesa se considera una represalia contra las sentencias, del año pasado, del Tribunal Supremo de Corea del Sur, que ordenó a las firmas japonesas compensar a las víctimas surcoreanas del trabajo forzado durante la colonización de Japón de la península coreana en 1910-45.