El presidente del organismo, Vicente Gutiérrez Cacep, expuso que un productor de Guatemala lo contactó para la venta del grano, pues en su país lo pagan muy bajo.
“Ofrecimos comprarle, siempre y cuando pase por arriba del puente, porque todo el cacao pasa por el río Suchiate; habla de 100 toneladas al año, que no son despreciables, las pasan por llantitas poco a poco”, expuso.
Comentó que lo mejor es que se pase por los controles sanitarios, aunque no se le cobren aranceles por lo pronto y checar qué tipo de cacao traen y las posibles enfermedades, pues se trabaja con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
Incluso, dijo que hoy se tiene una plaga que ha pegado a los cacaotales como lo es la cochinilla rosada, que entró por un descuido en un cargamento de teca por el municipio de Tenosique, municipio tabasqueño colindante con Guatemala.
En la importación de cacao, refirió, hay prácticas ilógicas, como el hecho de que no puede entrar cacao beliceño por Chetumal, Quintana Roo, cuando es un país vecino, pues allí el protocolo marca que solo puede entrar cacao brasileño.
“Nos pedían maquilar (un vendedor extranjero) 15 toneladas de cacao beliceño, con todas las de la ley y no pudimos pasarlo”, apuntó a Notimex.
México requiere al año unas 130 mil toneladas de cacao para cubrir la demanda nacional, de las cuales los estados productores solo alcanzan a generar máximo 27 mil toneladas.
Sin embargo, resaltó que se ha logrado rentabilidad en el precio en la venta a chocolateros europeos y en Estados Unidos, por lo cual hay productores que ya mandan entre 300 y 500 kilos de cacao de forma regular, bajo el esquema de comercio justo.
