La oncóloga Gabriela Alvarado Luna, investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), alertó por la falta de equipos y personal médico especializado para reducir la incidencia de cáncer de mama en mujeres mexicanas.
“En el territorio nacional se requieren mastógrafos y personal especializado para disminuir la mortalidad de cáncer de mama porque la mayor parte de los equipos se concentran en la Ciudad de México”, opinó.
Resaltó que el diagnóstico realizado por personal especializado contribuye a mejorar las posibilidades de que la enfermedad se controle y se elimine.
HAY CAMPAÑAS COMO LAS QUE REALIZA LA FUNDACIÓN CONTRA EL CÁNCER (FUCAM), QUE LLEVA MASTÓGRAFOS MÓVILES A LAS ZONAS RURALES ALEJADAS Y TAMBIÉN SE REALIZA ESTE RECORRIDO EN LA RUTA QUE SIGUE EL FERROCARRIL “LA BESTIA”, EN EL SURESTE DEL PAÍS, PERO ESOS ESFUERZOS, MENCIONÓ, SON INSUFICIENTES.
Puso como ejemplo que en el país sólo existe un equipo para la radioterapia intraoperatoria en una institución médica privada, que representa un avance significativo en el combate al cáncer de mama.
Ese equipo, a la par de cortar el tumor canceroso, aplica radioterapia, lo que eleva la calidad de vida y reduce el tiempo de recuperación de la paciente, pero el acceso a esa tecnología es limitado, lamentó.
La especialista en cáncer comentó que no hay que olvidar que cada 20 segundos se detecta un nuevo caso de cáncer de mama en el mundo.
En el caso de mujeres mexicanas presentan un tipo de cáncer que en 80 por ciento se denomina esporádico, y se está presentando en premenopáusicas.
Destacó la relación entre obesidad, alcohol y tabaco como factores de riesgo, de ahí que los hombres también están expuestos y la incidencia es un caso en un varón por cada cien mujeres.
“La obesidad favorece la aromatización de estrógenos en el tejido graso. Por cada 100 mujeres hay un hombre que puede tener cáncer de mama y tiene también que ver con la herencia genética”, finalizó.