El primer ministro británico, Boris Johnson, puso en juego su futuro con la propuesta audaz de que puede contrarrestar el intento de detener su plan para el Brexit al suspender a “la madre de todos los Parlamentos” durante semanas cruciales anteriores a la partida el 31 de octubre.
Un Parlamento que no está sesionando no puede abordar asuntos oficiales, y por lo tanto no podrá concertar medidas para impedirle consumar un Brexit sin acuerdo, que cortaría bruscamente los lazos con la Unión Europea.
El opositor Partido Laborista dijo ayer que abrirá un debate de emergencia en el Parlamento la próxima semana para evitar que Johnson saque a Reino Unido de la UE sin un acuerdo.
Más de tres años después del referéndum del Brexit, Reino Unido se encuentra sumergido en su crisis constitucional grave y se dirige hacia una escisión radical de la UE en tan sólo 63 días.
Una petición publicada en el cibersitio del gobierno para que no se suspenda el Parlamento recibió más de un millón de firmas.