China colocó este jueves en órbita tres satélites, uno para el estudio de los recursos terrestres y otro para la observación polar, tras el exitoso lanzamiento de un cohete portador Gran Marcha-4B.
Los artefactos fueron transportados al espacio a bordo del cohete Chang Zheng 4 (Long March 4B), lanzado a las 11:26 hora local (3:26 GMT) desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Taiyuan, en la norteña provincia de Shanxi, informó la agencia china Xinhua.
El satélite ZY-1 02D proporcionará datos de observación para la gestión de recursos naturales, el monitoreo ecológico de cultivos y la prevención y control de desastres. También se utilizará para la protección del medio ambiente, la construcción urbana, el transporte y la gestión de contingencias.
Los otros dos artefactos de menor tamaño pertenecen uno a la Universidad Normal de Beijing, identificado como BNU-1, y el otro es propiedad de una compañía privada de tecnología espacial con sede en Shanghai.
El BNU-1, también conocido como Ice Pathfinder, fue desarrollado y construido por Aerospace Dongfanghong Development en Shenzhen, en la sureña provincia de Guangdong.
El satélite tiene la tarea de observar y monitorear climas y ambientes en la Antártida y el Ártico, destacó por su parte China Daily.
El servicio del BNU-1 permitirá a China poner fin a su gran dependencia de los satélites de las empresas occidentales en términos de imágenes y datos de regiones polares, lo que refuerza ampliamente la investigación ambiental polar y global de la nación, indicó la Academia de Tecnología Espacial de China en un comunicado.
Señaló que el satélite puede rastrear el movimiento del hielo a lo largo de las rutas de navegación y combinar los datos con la información de los barcos que pasan a través del receptor del sistema de identificación automática montado para analizar los riesgos de colisión y luego preparar de forma autónoma las rutas de navegación.