El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) afecta a un seis por ciento de la población de entre seis y 16 años de edad, es decir a más de dos millones de infantes y adolescentes en el país, de los cuales sólo ocho por ciento está diagnosticado y tratado, según la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica.
A nivel nacional existen alrededor de 350 especialistas para la atención de este padecimiento -150 neuropediatras y 200 paidopsiquiatras- y un solo hospital psiquiátrico infantil público, según el reporte de los Servicios de Salud Mental.
Esta situación evidencia que el sistema de salud pública en el país es notoriamente insuficiente para la atención de los menores con TDAH y sus familias, indicó en entrevista Margarita Valencia Dorantes, coordinadora del Departamento de Enseñanza y Capacitación del Proyectodah.
Además, la mayoría de los especialistas están concentrados en las grandes ciudades, precisó la maestra en pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Cuando este trastorno no es diagnosticado ni tratado a tiempo, como ocurre en la mayoría de los casos, algunas veces porque el TDAH suele confundirse con problemas conductuales o de crianza, los síntomas aumentan y pueden detonar otros trastornos como ansiedad o depresión, explicó Margarita Valencia.
En el 74 por ciento de los casos el TDAH se adquiere por herencia, sostuvo la doctora Silvia Ortiz León durante su intervención en la Primera Jornada Nacional de TDAH que arrancó este viernes en la sede del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”.
Además estudios recientes demuestran que los efectos genéticos que lo detonan pueden presentarse incluso hasta los 18 años y no únicamente alrededor de los seis, que es la edad a partir de la cual el TDAH se identifica con mayor facilidad.
Agregó que, pese a la alta heredabilidad, se sabe que la pobreza, el estrés y la violencia son factores de riesgo para ese y otros trastornos mentales. La exposición al plomo que ocurre sobre todo en las grandes ciudades y el consumo de nicotina durante el embarazo también incrementan el riesgo de sufrir este padecimiento.
Margarita Valencia refirió que es el médico del primer nivel quien tendría que detectar los síntomas del TDAH para así garantizar una atención oportuna, sin embargo casi no pasa pues están más enfocados en las enfermedades físicas que en las mentales.
“Generalmente lo que ocurre es que el paciente llega directo al nivel tres, o sea al psiquiátrico infantil, pero tarda mucho en llegar”, puntualizó y lamentó que las personas con problemas de salud mental puedan tardar hasta 20 años en ser diagnosticadas.
Sobre el tratamiento de la enfermedad, refirió que el más efectivo es el “multimodal”, es decir el que involucra a doctores, psicólogos, padres de familia y docentes, cada uno interviniendo de forma diferenciada: a la familia del paciente le correspondería adquirir estrategias de enseñanza adecuadas y a los docentes capacitarse en estas mismas estrategias y también en la detección del trastorno.
La coordinadora del Departamento de Enseñanza y Capacitación del Proyectodah señaló que en algunos casos los pacientes, entre los que se cuentan adultos, pueden tratarse únicamente con psicoeducación y terapia psicológica sin requerir medicamento, dependiendo de la intensidad del trastorno.
Refirió también que el proyecto del que es parte surge para coadyuvar con los sistemas públicos de salud y educación en materia de capacitación y atención del TDAH. Así tienen programas para padres de menores con este trastorno, para docentes, incluso para médicos.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un padecimiento neurológico que produce dificultad para mantener la atención y el control de los movimientos y de los impulsos, por lo que las personas de lo padecen se caracterizan por ser hiperactivas, inatentas e impulsivas.
Agregó que los síntomas afectan el desarrollo y la calidad de vida de las personas que lo padecen, particularmente si no es detectado y tratado.