La cadena minorista estadounidense Walmart, la mayor de EU, anunció ayer que dejará de vender munición para armas cortas tras los últimos tiroteos, como el que dejó 22 de muertos en uno de sus grandes almacenes en El Paso (Texas), e instó al Congreso a restringir el acceso a las armas.
La cadena comercial pondrá fin a las ventas de este tipo de munición una vez acabe con su inventario actual.
“Es una situación compleja para la que no hay una solución simple, estamos tratando de tomar pasos constructivos para reducir el riesgo de que eventos como ese puedan volver a ocurrir”, explicó el director ejecutivo de Walmart, Doug McMillon. “El status quo es inaceptable”, agregó.
Walmart, con sede en Bentonville (Arkansas), informó que no venderá más revólveres en Alaska, el único estado del país donde todavía lo hace.
Solicitará a sus clientes que no lleven armas a la vista en sus establecimientos en los estados donde se permite portarlas.
Asimismo, McMillon remarcó que el “Congreso y el gobierno deben actuar”.
“Instamos a los líderes de nuestra nación a avanzar y fortalecer el acceso a controles de antecedentes y retirar las armas de aquellos a quienes se ha determinado suponen un peligro inminente”, dijo el ejecutivo.
La cadena comercial seguirá ofreciendo a la venta armas largas, como rifles, y munición para ellas.
En tanto, se dio a conocer que la empleada del Servicio Postal de EU, Mary Granados, de 29 años, originaria de Ciudad Juárez, fue asesinada en la matanza de Odessa, Texas. Otro connacional resultó herido informó en twitter el canciller de México, Marcelo Ebrard.