Rayados de Monterrey y Tigres de la UANL no llegan en su mejor momento al “clásico regiomontano” 123, pero a partir de que empiece a rodar el balón este sábado se juegan el orgullo, el honor y la felicidad, o vergüenza por la derrota, de sus aficionados.
“En estos partidos no hay favorito”, afirmó acertadamente el defensa felino Jorge Torres Nilo, quien bien sabe que ni importa tanto jugar un exquisito futbol, más bien estar concentrados, ser de pierna fuerte, de derroche físico y echarle mucho corazón.
Cuando inicie el cotejo quedarán a la orilla de la cancha las estadísticas del historial de confrontaciones entre ambos y también lo hecho en el actual Torneo Apertura 2019 de la Liga MX, incluso también se olvidan las palabras pronunciadas en las conferencias de prensa previas.
Pero las frases también son buenas intenciones, como las que pronunció el entrenador uruguayo Diego Alonso, quien dirige a Rayados: “No hay favorito. Los dos equipos daremos nuestra mejor versión”.
Lo que sí es cierto, es que Rayados, por jugar en su estadio y ante su afición, está obligado al triunfo, porque sus seguidores ya se empezaron a cansar, tanto que en la derrota sufrida por 2-0 ante el visitante Necaxa, en la jornada nueve, miles de ellos corearon “Fuera Alonso, fuera Alonso”.
Después de ese revés, el equipo ganó en casa 3-2 a Puebla y luego empató 1-1 de visita ante Cruz Azul, lo cual tranquilizó las turbulentas aguas por donde navega el entrenador uruguayo.
Por Tigres cambia un poquito la situación, debido a que el entrenador brasileño Ricardo Ferretti es muy querido, y hasta adorado, por los fans felinos, por las victorias y cinco títulos de Liga otorgados.
Pero un sector de los aficionados también ya está enfadado con los jugadores, a los que abuchearon el martes, luego de perder 1-0 ante Puebla, un equipo sotanero en la tabla general que les pudo meter otros dos goles.
Violencia y seguridad
Desafortunadamente, el “clásico regiomontano” ya desbordó la pasión de un sector de aficionados de ambos clubes que se enfrentaron el 23 de septiembre de 2018 y esa batalla campal pintó de rojo el futbol.
Fueron varios los heridos y un aficionado de Tigres fue el más lastimado de gravedad, y apenas la semana pasado, la autoridad anunció sentencia de cuatro años de prisión para los responsables.
La violencia de aquel día quedó tan grabada que el diputado Félix Rocha pidió a las diversas instituciones las medidas de seguridad para cuidar la integridad de los aficionados.
Por ello, Aldo Fasci, secretario de Seguridad Pública de Nuevo León; Cristina Díaz, alcaldesa del Municipio de Guadalupe, en donde está el estadio de Monterrey, y directivos de Rayados y Tigres, exhortaron a los aficionados a disfrutar sin violencia el clásico 123.
Las autoridades civiles informaron que el operativo de seguridad se desarrollará entre las 15:30 a las 22:00 horas y participarán dos mil 650 efectivos de las diversas corporaciones de la policía.