Leo Messi y Éver Banega protagonizaron este domingo una bonita imagen al término del partido entre Barça y Sevilla en el Camp Nou. Ambos argentinos, amigos y compañeros de selección, intercambiaron las camisetas tras el encuentro y se sentaron a conversar en las escaleras del túnel de vestuarios del Camp Nou, dejando una imagen tierna que resume la esencia del fútbol y del deporte en general. Una muestra de compañerismo que deja patente que la rivalidad sólo debe existir mientras rueda el balón.
El partido se saldó con un contundente 4-0 a favor del Barça, una goleada en la que el propio Messi logró uno de los tantos, el que cerraba el partido.