Decenas de manifestantes que ocupan desde el domingo la Universidad Politécnica de Hong Kongseguían atrincherados ayer, ajenos a las llamadas a rendirse, y a pesar de las amenazas de intervención cada vez más explícitas del gobierno chino.
El bloqueo de este campus es la confrontación más larga y violenta, se teme que sea una sangrienta e incluso mortal batalla con la Policía.
La tensión en torno al bloqueo por parte de la Policía de Hong Kong ha disminuido ligeramente, después de que 600 de los activistas, incluidos 200 menores, abandonaron el campus ayer por la mañana.
De acuerdo con la líder de la ciudad, Carrie Lam, todavía se encuentran unas 100 personas dentro de la Universidad Politécnica.
En cinco campus del territorio, los estudiantes con armamento de tipo medieval convirtieron las universidades en fortalezas rebeldes, luego de argumentar que las reiteradas protestas pacíficas son inútiles.