El coronavirus puede aparecer mañana en cualquier lugar y todos los países deben prepararse inevitablemente para ello, declaró ayer el jefe de una misión científica enviada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a China, Bruce Aylward.
El científico lideró un equipo conjunto de médicos y especialistas internacionales y chinos que investigaron durante dos semanas en tres provincias distintas —incluida Wuhan, el epicentro de la epidemia— todos los aspectos de la nueva enfermedad.
Aylward reconoció que la eficacia de la maquinaría que ha puesto en marcha China para controlar el coronavirus le impresionó, a pesar de los treinta años que tiene trabajando en contextos de epidemias, y aseguró que esta respuesta ha evitado al resto del mundo una situación mucho peor.
China anunció ayer que brindará apoyo dentro de su capacidad a países con sistemas de salud más débiles, para ayudarlos a fortalecer sus estructuras de prevención y control de la epidemia.
Desde el brote de COVID-19, el gobierno y el pueblo chinos han tomado las medidas de prevención y control más completas, estrictas y exhaustivas, las cuales han generado efectos notables, dijo Zhao Lijian, portavoz de Relaciones Exteriores.