Seis agentes son investigados por la filtración de las imágenes del cuerpo de Ingrid Escamilla, la joven de 25 años que fue asesinada por su pareja, Erick Francisco, de 46 años.
La Fiscalía capitalina detalló que se abrió una indagatoria y los responsables podrían enfrentar sanciones administrativas y penales. Entre los funcionarios investigados están policías y peritos que acudieron al lugar tras la llamada que alertó del feminicidio.
Nelly Montealegre, subprocuradora de Atención a Víctimas, afirmó que “en este, como en todos los casos de violencia contra las mujeres, investigaremos hasta el fondo y seremos implacables”.
Erick Francisco, responsable del asesinato, tenía antecedentes de violencia familiar.
En julio de 2019, Edith, su exesposa, lo denuncio por dicho delito en los Juzgados de lo Familiar, por lo que se emitieron medidas de restricción en favor de la mujer, pero su comportamiento agresivo no cambió con Ingrid.
La noche del sábado Francisco inicio una discusión, que llevó a amenazas y agresiones. Los vecinos escucharon, pero fue hasta la mañana del domingo, cuando al ver al hombre ensangrentado, pidieron la intervención de la policía.
El hombre confesó que habló a su ex esposa, pues su hijo, de 14 años y quien tiene autismo, presenció el crimen, por lo que le pidió que fuera por él.
Ayer Erick Francisco fue vinculado a proceso por un juez de control del Reclusorio Oriente por el delito de feminicidio y se decretó un plazo tres meses para que se dé el cierre de toda la investigación.
En la audiencia inicial privada en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, se calificó de legal su detención y le fijó prisión preventiva oficiosa.
Mientras, en Puebla, familiares y amigos de Ingrid le dieron el último adiós.
Para los habitantes de la localidad de Nuevo Necaxa de Canadita, la joven era un ejemplo de esfuerzo: egresada de la licenciatura en administración de empresas turísticas, radicada en la Ciudad de México.
Su hermana gemela acudió al Servicio Médico Forense capitalino para reclamar el cuerpo, que fue sepultado en el panteón municipal de Juan Galindo, luego de una misa en la iglesia de la localidad.