El arribo del crucero Meraviglia, de la naviera Mediterranean Shipping Company (MSC), a Cozumel estuvo en entredicho ayer durante horas, hasta que se confirmó la autorización.
Al crucero, con más de 6 mil personas a bordo, le negaron el desembarco las autoridades de Jamaica y de Islas Caimán por sospechas de coronavirus. Cuando se informó que la embarcación se dirigía hacia Cozumel, la Agencia Consignataria del Sureste, que regula la actividad de cruceros, canceló su atraque en la terminal Punta Langosta.
Minutos después, la misma agencia emitió otro oficio en el que se autorizaba atracar a la embarcación en la banda exterior de la terminal de cruceros desde “el 26 de febrero de 2020, de las 21:30 horas, hasta las 18:00 horas del día 27 de febrero de 2020. Se invalida el aviso de cancelación enviada previamente debido a la rectificación del arribo por sanidad internacional en Cozumel, Q. Roo”, se precisa en el segundo texto.
La Secretaría de Salud de Quintana Roo aclaró que a bordo de la embarcación viaja un pasajero que ya fue diagnosticado con un cuadro de influenza, no de coronavirus (Covid-19). El operador de cruceros MSC informó que el pasajero sospechoso de coronavirus era “un solo caso de gripe estacional común (influenza tipo A), que afecta a un miembro de la tripulación de Filipinas”.
En otro reporte, informó que recibió “la autorización formal y definitiva de las autoridades sanitarias locales de Quintana Roo, México, para poder llegar a Cozumel”.
Sin embargo, por la noche el alcalde de Cozumel, Pedro Joaquín Delbouis, aclaró que el barco no había atracado, que estaba “al pairo”, a 100 metros, en parte por el mal tiempo y porque estaba pendiente que las autoridades de Salud abordaran el crucero para verificar el diagnóstico del pasajero.
La gente se reunió frente a la isla de Cozumel para exigir que los pasajeros no desembarquen hasta que no se les tome la temperatura.