Corea del Norte declaró hoy que los recientes “comentarios irresponsables” del secretario de Estado Mike Pompeo demuestran que Estados Unidos no quiere reanudar las negociaciones nucleares.
Tras una videoconferencia con los ministros de Exteriores del G7 la semana pasada, Pompeo afirmó ante reporteros que la comunidad internacional debe permanecer unida en su empeño por exhortar al régimen norcoreano a que regrese a las conversaciones, y en aplicar presión sobre sus programas nucleares y balísticos.
Tales declaraciones muestran que Estados Unidos no desea detener “la cuenta regresiva hacia la confrontación”, expresó el gobierno norcoreano en un comunicado atribuido al director del departamento del Ministerio de Exteriores a cargo de las negociaciones con Washington.
Añadió que las declaraciones de Pompeo “comprometen seriamente la imagen de diálogo que el presidente estadunidense montó para comprar tiempo y crear un ambiente que le sea favorable”.
Hizo referencia a una carta que el presidente estadunidense, Donald Trump, envió al líder norcoreano Kim Jong Un, en que según el gobierno norcoreano pedía mantener buenas relaciones y cooperación en la lucha contra el coronavirus.
El comunicado no especificó qué medidas Corea del Norte tomaría. Pero afirmó que Estados Unidos tendrá que pagar por “las penurias que le ha ocasionado a nuestro pueblo”, en aparente alusión a las sanciones económicas que han afectado duramente a la economía norcoreana.
A fin de diciembre, Kim anunció que ya no se sentía obligado a respetar una moratoria autoimpuesta sobre pruebas nucleares y balísticas, y que pronto develaría “una nueva arma estratégica”.
En el 2017, Kim realizó una amplia serie de pruebas de armas, tratando de mostrar que podría alcanzar territorio norteamericano, que suscitaron temores de una guerra en la península coreana. Poco después suspendió esos ensayos al iniciar una serie de encuentros personales con Trump.