El Vaticano confirmó el viernes el primer caso del nuevo coronavirus dentro de sus muros y cerró por precaución algunas oficinas mientras el papa Francisco convalecía de un resfriado.
Se cerró una clínica intramuros para su desinfección luego del primer resultado positivo de un examen registrado el jueves, dijo el vocero Matteo Bruni. La clínica atiende a los empleados del Vaticano y sus familias.
Un funcionario de la Santa Sede fue puesto en cuarentena preventiva después que un sacerdote de la Iglesia Francesa en Roma dio positivo para el virus. El funcionario no exhibe síntomas de COVID-19, pero vive en la misma iglesia del sacerdote infectado.
La Biblioteca Apostólica dijo que mantendría cerradas sus puertas toda la semana próxima. La biblioteca recibe a estudiosos de todo el mundo que consultan los manuscritos y archivos del Vaticano.
Francisco se resfrió hace más de una semana y el Vaticano ha dicho que no padece otras patologías. El papa de 83 años, que en su juventud perdió un pulmón debido a una enfermedad respiratoria, canceló su participación en un retiro espiritual de una semana en el campo romano.
Se lo vio toser el domingo durante la bendición dominical tradicional desde una ventana sobre la Plaza de San Pedro y también durante la misa del Miércoles de Ceniza.
Bruni dijo días atrás que el papa se estaba recuperando del resfriado, que celebraba diariamente la misa, recibía visitas y realizaba ejercicios espirituales.