Ha vuelto a posicionarse el tema del chupacabras en Internet debido a que los usuarios de las redes sociales han revivido un video del noticiero Hechos de TV Azteca, con Javier Alatorre, donde habla de este mítico ser.
Esta especie mitológica cobró relevancia en la década de los noventas. Constantemente hacían reportajes en la televisión que señalaban que un animal chupaba la sangre.
La leyenda comenzó en Puerto Rico, pero luego fue gananado popularidad en otras partes, como México, el el sudoeste de Estados Unidos e incluso China, revela National Geographic.
Los medios describían al animal con cara de alien, color verde, con cuatro patas y filosas garras, además le colocaban espinas en la espalda.
Barry OConnor, entomólogo de la Universidad de Michigan, ha dicho que se trata meramente de un animal que no existe.
La teoría de que los chupacabras son coyotes sarnosos explicaría por qué se les suele ver atacando el ganado.
«Los animales que sufren esta enfermedad suelen estar muy débiles», afirma OConnor.
Loren Coleman, director del Museo Internacional de Criptozoología de Portland (Maine, Estados Unidos), señala que podría haber iniciado la leyenda debido a películas.
En el año 1995 se entrenó una cinta de terror alienígena en Puerto Rico, lo que generó que la gente comenzara a inventar cosas.
«La fecha en la que se estrenó la película Species (Especie mortal) en Puerto Rico, coincide con las primeras denuncias en el país », afirma.
En México
Carlos Salinas de Gortari, quien es recordado por varios escándalos, fue presidente en la época de auge del chupacabras.
A finales de su sexenio se le relacionó con la supuesta creación del rumor de “El Chupacabras”, con la presunta intención de distraer a la población para aumentar los precios de la canasta básica.
Además de tratar de desviar la atención por el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, la lucha zapatista y el régimen priista.
A pesar de que no haya certeza de que exista este animal, millones de personas aún continúan creyendo que es real, a pesar de lo lo extraño o inverosímil que parezca.
