El especialista del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Daniel Sol y expertos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) deducen que debido al confinamiento por COVID-19 se observarán cambios en el comportamiento de la fauna y habrá un aumento de la biodiversidad, variaciones que probablemente serán efímeras y contradictorias para el bienestar de los animales.
De acuerdo con investigadores del Creaf, la mayoría de los efectos desaparecerán cuando la actividad humana vuelva a niveles similares a los de antes de la crisis.
“PARA MUCHOS ANIMALES, EL CORONAVIRUS SÓLO HABRÁ SIDO UNA TRAMPA ECOLÓGICA, ES DECIR, UNA FALSA PERCEPCIÓN DE QUE LAS CIUDADES SON LUGARES APROPIADOS PARA VIVIR”, ALERTÓ EL CENTRO.
El concepto de trampa ecológica hace referencia a situaciones en las que las condiciones del ambiente inducen a los animales a creer que un hábitat es apropiado para vivir o reproducirse cuando en realidad no lo es. “Si por ejemplo los pájaros aprovechan el bajo nivel de perturbaciones humanas para criar en zonas donde antes no lo hacían, la reproducción podría fracasar una vez la actividad vuelva a la normalidad”, detallaron.
Uno de los mayores cambios en el comportamiento de la fauna que se darán es la reducción del miedo que le tienen los animales a los humanos. Con pocas excepciones, la mayoría de animales tienen miedo de las personas y evitan las zonas más densamente pobladas.
Gran cantidad de especies de mamíferos como lobos, elefantes o antílopes han aumentado sus hábitos nocturnos en todo el mundo para minimizar el contacto con humano. Con el confinamiento es probable que algunas especies pueden habituarse a los humanos y dejar de verlos como un peligro, señaló el Creaf.
Los investigadores subrayaron que “la posibilidad de que unas pocas semanas de confinamiento puedan alterar el comportamiento y diversidad de animales debería hacernos reflexionar sobre hasta qué punto estamos creando ciudades que son poco habitables”.
Añadieron que aparte de los cambios de comportamiento es posible que la reducción de la actividad humana haga aumentar la diversidad de animales en las ciudades, por ello se han captado distintos ejemplares silvestres en zonas urbanas de todo el mundo. Por otro lado, especies como las palomas o gaviotas se verán afectadas debido a su estrecha dependencia con la actividad humana para alimentarse.