China no ha sido clara con el número de pacientes que ha detectado positivos de coronavirus en el país, así como el total de las muertes que hasta este momento ha reportado, se asegura en un informe entregado por un equipo de Inteligencia del gobierno estadounidense a la Casa Blanca.
El equipo de oficiales informaron, al medio Bloomberg, que este documento fue entregado la semana pasada por especialistas en salud que observaron el comportamiento del avance de los casos en el país asiático, tanto de los ingresados en los hospitales como los casos registrados como positivos sintomáticos, asintomáticos y las muertes.
El reporte estadounidense fue reforzado por el medio de investigación chino Caixin en lo que respecta a los casos asintomáticos. En él aseguró hoy que al menos hasta el 12 de febrero sólo el 1.95 de estos casos en China que dieron positivo a las pruebas de coronavirus fueron agregados a la estadística oficial.
Esta investigación afirma que el país sólo agregaba a los datos nacionales oficiales a los pacientes que daban positivo a la prueba, y con el paso de los días desarrollaban síntomas, o aquellos que al tener ya los síntomas obtenían un resultado positivo en la exploración con hisopo al fondo de la garganta que debe ser introducido por la nariz.
La cifra de casos positivos y de muertes por esta enfermedad ha sido señalada en diversas ocasiones por el gobierno de Estados Unidos. El presidente ha mantenido un discurso donde enmarca a China como responsable de la enfermedad, hasta llamarle “Virus de China” o “Virus de Wuhan” al coronavirus, lo que está prohibido por los acuerdos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además de dejarlo claro en las acciones recientes: después de que Mike Pence asegurara que China mantiene ocultas las cifras del número de enfermos y muertos por la pandemia, el gobierno de los Estados Unidos retiró a sus investigadores de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) en Beijing, aunque los equipos trabajaran en conjunto en esta y en otras ocasiones.
La separación de los grupos, que informa el South China Morning Post, podría responder a una nueva dinámica de Estados Unidos, al intentar separarse de la lucha global por la pandemia y concretar logros propios, analiza Hannan Husain experto en relaciones diplomáticas.
Antes de la pandemia los acuerdos entre China y los Estados Unidos fueron firmados con recelo, estas negociaciones quedaron suspendidas, la separación y el discurso de Donald Trump ante esta enfermedad podrían arruinar los acuerdos diplomáticas entre ambos y no sólo ponerlas en pausa, sino darlas por concluidas.
Por otro lado este discurso y el distanciamiento evidente con China se hizo más fuerte en cuanto los Estados Unidos se acercaron al número total de enfermos en el país asiático.
En un principio, cuando empezaba la enfermedad en el país, el presidente de Estados Unidos rechazó la posibilidad de que esta creciera, en su primera conferencia de prensa al respecto, ofrecida el 27 de febrero, aseveró que los casos que hasta ese momento tenían eran controlables.
En su discurso mencionó que estaban “muy listos” para enfrentar la enfermedad y que los expertos desarrollaban rápidamente la vacuna, a pesar de que la OMS calculaba que esta tardaría entre 12 y 18 meses en producirse.
Ahora Estados Unidos es el país con el mayor número de pacientes en el mundo y rebasan las cifras oficiales de China. Mientras que la nación asiática se mantuvo en 82 mil 361 paciente positivos, Estados Unidos no deja de incrementar su cifra diaria y hasta ahora ha superado ese total con 199 mil 92 casos.