El influyentismo y la delincuencia son las dos fuerzas que impulsan la corrupción en las aduanas, por lo que, con la llegada de Horacio Duarte a la dirección se busca redoblar esfuerzos para limpiarla, aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador señaló que en algunos estados del país, hay quienes quieren tener a “sus fieles, incondicionales”, mientras que también se desarrolla la delincuencia de cuello blanco y delincuencia común.
El mandatario reconoció que con el exdirector de aduanas, Ricardo Ahued, faltó coordinación, pues siempre hay diferencias al interior del gobierno.
“Lo mejor es cuando se trabaja de manera coordinada, cuando se acoplan los servidores públicos y no se confrontan, porque por la condición humana siempre hay celos y sentimientos, cuando hay armonía se avanza mucho, mucho”, expresó.
El presidente afirmó que hasta ahora no hace falta que entre contrabando por las partes no vigiladas, pues éste entra por las mismas aduanas, tema que tocó esta mañana durante una reunión en la que se le expuso a Horacio Duarte un informe sobre las aduanas.
“Porque siempre se dice: ‘Hacen falta cámaras’ y como también es un gran negocio y motivo de corrupción la venta de equipos, se gasta muchísimo en los equipos, y sí se tienen las cámaras, pero si el que está viendo las cámaras en esos momentos que pasa un tráiler está volteando a ver para otro lado, ¿de qué sirve?”, expuso.
Añadió que lo anterior pasaba con el robo de combustible, pues en el piso 3 de la Torre de Pemex había todo un equipo de cámaras con sensores y se detectaba en dónde perdía presión un ducto, porque había una toma clandestina y sonaba la alarma, pero podía sonar todo el día y no se hacía nada.
“Entonces, no es sólo la tecnología, es honestidad, eso es lo más importante, la honestidad como forma de vida, como forma de gobierno, ser capaces de heredar a los hijos pobreza, pero no deshonra. Entonces, hemos decidido no permitir la corrupción”, opinó.
El mandatario también criticó que en gobiernos anteriores se construyeron garitas nuevas para evitar la entrada de armas, las cuales tuvieron costo muy elevado, pero a la fecha se han confiscado muy pocas.
Lo mismo pasó, dijo, con las aduanas de migración que también fueron construidas, las cuales funcionaron como elefantes blancos, al invertirse miles de millones de pesos.