La crisis provocada por la pandemia del coronavirus tendrá fuertes repercusiones en el mercado laboral generando pérdidas de millones de empleos a lo largo del mundo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que entre 5,3 y 24,7 millones de personas perderán su empleo.
En la primera evaluación realizada por la OIT se alarmó sobre los riesgos que la pandemia pueda generar sobre el mercado laboral.
e estima que para el final de la pandemia entre 8,8 y 35 millones de personas a lo largo del mundo estarán en situación de pobreza laboral -para 2020 se preveía una disminución de 14 millones a nivel global-.
A su vez, la organización prevé un aumento exponencial del subempleo, causado por las consecuencias económicas provocadas por el virus y derivarán en reducciones de las horas de trabajo y salarios.
Según la OIT, la crisis afectará de manera desproporcionada a diferentes grupos dentro de la población y agravará la desigualdad.
Los grupos más vulnerables en el terreno laboral son: personas con afecciones de salud, jóvenes, trabajadores mayores, mujeres empleadas en el sector servicios, trabajadores desprotegidos -independientes, ocasionales o que trabajan por encargo- y los trabajadores migrantes.
“No se trata sólo de una crisis sanitaria mundial, sino también de una importante crisis económica y del mercado laboral que está teniendo un enorme impacto en las personas”, explicó Guy Ryder, director general de la OIT.
El segundo informe publicado por la OIT el 7 de abril de 2020 prevé que la crisis hará desaparecer 6.7 por ciento de las horas de trabajo, eso equivale a que 195 millones de trabajadores de tiempo completo no realicen su trabajo.
Según el estudio, mil 250 millones de personas se encuentran empleadas en sectores con alto riesgo de sufrir aumentos en los despidos, disminución de los salarios, y horas de trabajo.
“Los trabajadores y las empresas se enfrentan una catástrofe, tanto en las economías desarrolladas como en las que están en desarrollo”, declaró Ryker.
México y Brasil serán los países más afectados de la región latinoamericana; la interrupción de las cadenas de valor impactará fuertemente las economías de estos dos países, pues poseen los sectores manufactureros más grandes de la zona.
El valor de las exportaciones caerá alrededor del 15%, afectando fuertemente los países de América del Sur.
La desaceleración de la economía de Estados Unidos afectará fuertemente el valor de las exportaciones de Centroamérica, el Caribe y México.
“Las decisiones que tomemos hoy afectarán directamente la manera en que esta crisis evolucionará, así como la vida de miles de millones de personas (…) con las medidas correctas podemos limitar su impacto y las heridas que dejará”.
“Nuestro objetivo debe ser reconstruir mejor para que nuestros nuevos sistemas sean más seguros, más justos y más sostenibles de los que permitieron que esta crisis ocurriera”, concluyó el director de la OIT.
Para hacer frente a la crisis, el estudio sugiere adoptar medidas políticas integradas a gran escala, basadas en cuatro pilares: apoyar a las empresas, al empleo y los ingresos; estimular la economía y los empleos; proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo; y utilizar el diálogo social entre gobiernos, trabajadores y empleadores a fin de encontrar soluciones.