Debido a que el coronavirus canceló la mayoría de los deportes en el mundo para evitar la propagación de la pandemia, ocasionando la suspensión de este tipo de juegos hasta en 95 por ciento, las casas de apuestas se han refugiado en los llamados eSports, así como en los pocos eventos que se encuentran en actividad como el tenis de mesa, el hockey sobre hielo o el balompié de la liga de Bielorrusia, una de la pocas que continúan en pie.
Además, algunos sitios, como Bwin o Bet365 y el mexicano Caliente, ahora han tenido que recurrir a preguntas lejanas como: ¿quién será el campeón del Mundial de 2022? ó ¿qué equipos descenderán en la Bundesliga? Siendo esta última cuestión una situación que ni siquiera tiene una fecha establecida de solución, pues la liga alemana es una de las que se encuentran detenidas.
Y es que la gigantesca industria de las predicciones deportivas no puede pararse, menos si se toma en cuenta el nivel de ganancias que es capaz de generar. De acuerdo a Forbes, el año pasado, este tipo de juegos movió cerca de 60 mil millones de dólares y hasta antes de la pandemia estaba previsto que se generaran hasta 70 mil millones en 2020.
De ese universo de billetes verdes, aproximadamente dos mil millones de dólares al año provienen de México, aunque lo cierto es que hasta 80 por ciento es de juegos, apuestas y quinielas no certificadas, que bien pueden ser entre compañeros de trabajo o amigos.
