Los resultados del indicador IMEF, muestran que durante abril 2020 se profundizó la contracción de la actividad económica asociada a la pandemia y sus estragos en la economía. El índice ajustado por estacionalidad y el de tendencia-ciclo para el sector manufacturero como para el no manufacturero llegaron a mínimos históricos.
Esto sugiere que la recesión de 2020 será más severa a la registrada en 2009 y tendrá un mayor impacto en el empleo, debido a que el sector no manufacturero, los servicios y el comercio muestran un debilitamiento más acelerado en relación con el manufacturero.
Ya es difícil poder evitar la inminente recesión, pero los paquetes de estímulo fiscal y monetario que los gobiernos de diferentes economías están instrumentando apoyarán a que la recuperación sea posible en la medida de su efectividad.
El indicador IMEF es un índice de difusión que evalúa el entorno económico; está construido para ayudar a anticipar la dirección de la actividad manufacturera y no manufacturera en México y, a partir de la evolución esperada de esos sectores, inferir la posible evolución de la economía en el corto plazo.
Indicador IMEF No Manufacturero registró en abril una caída de 3.2 puntos para colocarse en 35.5 unidades y ubicarse en zona de contracción por tercer mes consecutivo. De la misma forma, cayó dramáticamente la serie tendencia-ciclo de ese indicador 2.4 unidades para cerrar en 38.8 unidades y permaneció en zona de contracción por trece meses consecutivos.
Al analizar la afectación del Covid-19 en los mercados financieros internacionales, así como la imposición de cuarentenas en las economías y el impacto potencial de las políticas contracíclicas que se han anunciado e instrumentado en prácticamente todo el mundo, los analistas del indicador IMEF destacaron que los mercados financieros internacionales normalmente se adelantan a pronosticar recesiones, aun sin la existencia de algún dato duro, como ocurrió desde enero con la primera y segunda oleadas de volatilidad.
En cuanto a la respuesta de política económica, en el caso mexicano se ha observado una reacción contundente del Banco de México en torno a la provisión de liquidez por diferentes canales, así como de nuevos esquemas para canalizar crédito vía la banca comercial y la de desarrollo para financiamiento de empresas y personas físicas afectadas por las cuarentenas que se tienen que imponer ante la pandemia. Las medidas adicionales anunciadas por el Banco de México representan 3.3% del PIB.
La reapertura de las economías dependerá en gran medida de la existencia de un tratamiento eficaz, así como una vacuna para el nuevo virus. Mientras tanto como se puede ver en el indicador IMEF y sus diferentes componentes, la crisis económica posterior a la pandemia será de magnitudes históricas.