Los referentes del boxeo ecuatoriano, que en marzo se fueron a la lona por el parón, se han levantado y ahora esquivan los golpes del coronavirus desde el aislamiento en casa sin perder de vista sus objetivos y a la espera de la luz verde para volver a los entrenamientos “normales”.
“El protocolo sanitario está listo. Una vez que se pueda entrenar con normalidad haremos base fuera de Ecuador”, dijo a Efe Raúl Zambrano, interventor de una federación que en diciembre de 2019 sufrió una acefalía en su representación legal.
El directivo interino dijo que la intención es retomar los entrenamientos cuanto antes mientras se espera que en los próximos noventa días se elija el nuevo Directorio de la Federación Ecuatoriana de Boxeo (FEB) “para que este deporte retorne a la normalidad”.
Los púgiles pararon sus actividades el 16 de marzo, como el resto del país, pero siguen a la expectativa de reactivar sus entrenamientos fuera de casa.
El protocolo para la vuelta tiene las mismas reglas para todos los deportes y, en general, incluye pruebas rápidas de detección, medidas de bioseguridad y distanciamiento.