La investigación siguió el comportamiento de los trabajadores durante 8 semanas de confinamiento y otras 8 luego de haber sido levantado.
Los resultados demostraron que los empleados trabajaron 48,5 minutos más por día, que la cantidad de reuniones se incrementó en un 13%, al igual que los correos electrónicos enviados, con una media de 1,4 emails más al día.
Como contraparte, se redujo el tiempo de duración de las reuniones.