No es una casualidad que un personas elija un color u otro para pintar su cuarto, para sus accesorios o incluso para vestirse diariamente, ya que esto presupone un análisisinconsciente de lo que quiere expresarse.
La psicóloga Lara Ferreiro asegura que este tipo de situación está relacionada con un comportamiento mental que suele ser explotado por las marcas comerciales.
“Cuando se trata de color, especialmente en marketing, el 93% de la gente va a comprar un producto fijándose en ello. Se habla incluso de que el subconsciente en pocos segundos ya sabe si lo va a comprar en función de si le gusta o no el color. De igual manera, la ropa que nos ponemos en la mayoría de ocasiones define cómo nos sentimos en ese momento”.
Con estas palabras, la experta define la tendencia del ser humano para crear afinidadcon las cosas que compra con base en su tonalidad y con la forma en la que está dispuesta a colocárselo encima.
Además de esto, menciona la especialista, los colores se asocian a las emociones y estados mentales de las personas al usarlos o verlos, aunque la misma reacción no es igual en todos los individuos.
De esta forma, menciona la experta, los colores cálidos como el rojo, el amarillo y el naranja sirven para demostrar el enfado, el amor o cualquier sentimiento relacionado con las emociones más pasionales o viscerales.
Por su parte, los colores fríos como el azul, ciertos tipos de verdes o el morado se ligan a la tristeza y a la frialdad, de tal forma que quienes los usan suelen querer dar a entender estos estados.
Hay varias teorías al respecto de lo que puede significar cada uno de los colores; sin embargo, la mayoría coincide en los puntos ofrecidos por Ferreiro.
