Investigadores de la Universidad Carolina de Praga han presentado hoy un método para obtener y analizar de forma rápida y seguras miles de muestras de ADN, un paso intermedio para verificar si un paciente está contagiado por el virus SARS-CoV-2.
“Es una solución universal, tanto para casos agudos como para laboratorios de alta capacidad, ya que este mismo kit es utilizable para extraer paralelamente miles de muestras y también se puede emplear para un paciente en situación crítica”, explicó a Efe Stanislav Kmoch, de la Facultad de Medicina de esa Universidad.
El proceso para aislar la información genética y dejar las muestras listas para el análisis de COVID-19 dura un máximo de 40 minutos.
Este método contiene además un fluido (viRNAtrap) que deja inmediatamente inactivo el virus al contacto con las muestras de saliva, mucosa nasal o sangre, y permite la conservación de las muestras para la diagnosis ulterior.
El sistema puede aumentar sustancialmente la capacidad y rapidez de los test de COVID-19, facilitando la realización de test masivos para prevenir la difusión de la enfermedad en situaciones de rápida expansión de los contagios.
Aparte de reducir en casi dos horas la obtención de resultados, este método permite al personal sanitario prescindir de mascarillas, guantes y batas mientras manipula las muestras.
El objetivo es utilizar esta tecnología, que también sirve para detectar el virus de la gripe A y B, “sobre todo para tener un diagnóstico rápido en los pacientes asintomáticos” señaló Michal Pohludka, gerente de GeneSpector, la empresa asociada a la Universidad Carolina que comercializa el producto.
La República Checa tiene actualmente capacidad para hacer unos 10.000 test diarios, mientras que en la fase clínica el nuevo test ha demostrado que un sólo un laboratorio es capaz de hacer hasta 2.500 test al día, lo que supone más de un 20% del total del país, explicó Pohludka.
De esta manera, se pueden liberar recursos de los laboratorios para detectar otras enfermedades.